domingo, 21 de marzo de 2010

Maldito Scorsese

Cabe decir que Scorsese es un de mis directores favoritos. Gracias a obras como Goodfellas, Casino o The Departed he disfrutado de algunos de los mejores momentos de la historia del cine. Su última obra, si bien no es una penuria de película, no ha conseguido envolverme en esa atmósfera genial que el director americano sabe crear como nadie. La película, Shutter Island, pintaba bien, un director de los grandes, un buen actor como Di Caprio, y ese "olor" a cine negro que a mi tanto me gusta. Este tipo de cine, lleno de sombreros, whisky, cigarrillos y tipos duros encienden mi paladar, consiguen mi más plena atención, y me enfocan por completo en una trama, que siempre está llena de dobles juegos, trampas, venganzas y traiciones. En consecuencia, estaba deseando ver a un Di Caprio envejecido, con sombrero, fumando cigarrillos y resolviendo un caso que dará más de un rodeo antes de encontrar un final que acabará por sorprendernos a todos. No esperaba una trama digna del gran Raymond Chandler o de Dashiell hammett, pero sí una buena historia como acostumbra el amigo Martin (no confundir con el de médico de familia).

La película en sí comienza bien, llena de misterio, y con un ritmo aceptable que me hacía presagiar que estaba ante una buena película. Pero no tardará en defraudar. Pronto detectas que hay situaciones mal resueltas por los guionistas, que de haber sido de otra manera, podían haber acercado a la película, a ese ideal sobre lo que es para mi el cine negro. Mi gran expectación se vinó abajo y ya no consigue levantarse en ningún momento. La película deambula sobre mi cerebro sin dejar ninguna "propina" que lo reactive. Así que me dedico a fumar y terminar el film.

Los "tics" de la película me ayudan a detectar cuál va a ser el giro "inesperado" que el autor pretende al final. Lejos de mantener el thriller intacto, el film da muestras de hacerse largo y te das cuenta que si tuvieras tijera en mano, cortarías más de una escena superflua, que no sirven sino para rellenar una película con pocos matices. Y así esperas un final que si bien no conoces perfectamente, te haces una idea de por donde van a ir los tiros. No todo es lo que parece, y Scorsese nos lo muestra muy al principio. Por eso, por destriparme la película, por haberme decepcionado: ¡maldito Scorsese!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario